Los procesos comunicativos como generadores de igualdad

Quien está en posición de sujeto del discurso es el que mira y designa al otro. 

No se ve a sí mismo como diferente, sino como norma canónica. 

Celia Amorós

 
¿Qué podemos hacer las personas que trabajamos en la administración pública para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres? 

En primer lugar, ser conscientes de nuestro potencial para promover la igualdad entre mujeres y hombres y preguntarnos cómo podemos convertirnos en efectivos agentes del cambio. En general, en las instituciones públicas podemos identificar a algunas personas con capacidad para liderar cambios o con ideas especialmente innovadoras en este ámbito, pero también a determinadas unidades administrativas o equipos de trabajo que son prescriptores del cambio. Sin embargo, a menudo, no somos conscientes de que el potencial realmente pertenece a cada una de de las personas que trabaja en la organización por ser productor y partícipe de procesos comunicativos, de carácter formal o informal, y que su área de influencia puede ser tanto interna como externa a esa organización. 


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Si la idea clave es tener en cuenta que todo el personal de la administración es un agente de cambio social, podemos impulsar la igualdad entre mujeres y hombres más allá de la aplicación sistemática de la transversalidad de género en las políticas públicas, e incorporarla también en aquellas pequeñas acciones (formales o informales) que llevamos a cabo en nuestro día a día en nuestra área de trabajo. Lo relevante de la aplicación del enfoque de género en estas pequeñas acciones (fundamentalmente) comunicativas y de carácter cotidiano es que pone de manifiesto la interiorización del principio de igualdad, a la vez que nos puede convertir en prescriptoras y prescriptores del mismo.


Para alcanzar esta situación, debemos ser conscientes de la desigualdad existente y tomar parte activa por el cambio hacia una realidad efectivamente igualitaria. Sin duda, esto requiere formación en ciencias sociales, ya que es necesario conocer las dimensiones de la desigualdad entre mujeres y hombres, datos cuantitativos y cualitativos, informes y estudios científicos, ejemplos de buenas prácticas y casos de éxito contra la desigualdad, en definitiva, ser capaz de aplicar la perspectiva científica en nuestro día a día; así como formación en comunicación para ser capaces de hacer un uso inclusivo y no sexista del lenguaje escrito, oral y visual. 


Los empleados y empleadas públicas llevan a cabo, cada día, distintas acciones comunicativas tanto de carácter interno como externo, formales e informales. En efecto, la Administración es una gran productora de elementos comunicativos. Para administrar necesita comunicar mediante documentos escritos: Documentos de decisión, juicio y constancia (resoluciones, acuerdos, actas, informes y certificados), documentos de transmisión (traslados de contenido de los documentos citados anteriormente, así como oficios de remisión), notas de régimen interior… Pero entre el personal también se producen comunicaciones informales en conversaciones de café, rumores, reuniones de ocio, comidas, etc. Por otra parte, además de los documentos que genera la propia administración, comunica a través campañas publicitarias y de marketing social (con el objetivo de cambiar actitudes) mediante distintos medios de comunicación: prensa, televisión, radio, redes sociales; asimismo, utiliza cartelería y señalética dentro y fuera de sus instalaciones. Las imágenes, los textos, pero también las producciones orales deben ser objeto de atención para la incorporación del principio de igualdad entre mujeres y hombres. 

 

La atención a la ciudadanía es una parte importante de los procesos comunicativos que se dan en la administración pública. El personal de las administraciones públicas transmite información administrativa, pero también valores, en definitiva, la cultura de la organización. Cultura que también se refleja en el diseño de unas instalaciones públicas en las que trabajan las empleadas y los empleados públicos, y a las que acuden personas diversas externas a estos centros de trabajo.

En este punto puede resultar clarificador tener en consideración el concepto de cultura como texto del antropólogo Clifford Geertz, la cultura "denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas con las cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida".

Desde un punto de vista normativo, la relevancia de un uso adecuado del género gramatical (femenino y masculino) ya quedó reflejada en la Orden Ministerial, de 22 de marzo de 1995, por la que se adecua la denominación de los títulos académicos oficiales a la condición masculina o femenina de quienes los obtengan. En ella se señala que "la importancia que tiene el lenguaje en la formación de la identidad social de las personas y en sus actitudes, ha motivado la necesidad de plantear la diferenciación del uso del masculino o femenino en la designación de las múltiples profesiones y actividades para las que se venía empleando tradicionalmente el masculino. Asimismo, la preocupación por evitar discriminaciones por razón de sexo y de representar adecuadamente a las mujeres, ha llevado a sectores significativos de la sociedad española y a las autoridades educativas a la idea de que, en coherencia con la política de propiciar un uso adecuado del lenguaje, se adopten las medidas necesarias a fin de que los títulos académicos oficiales se adecuen en su expresión a la naturaleza masculina o femenina de quienes los obtengan".


Los documentos que materializan la relación entre la administración y la ciudadanía deben ser un ejemplo a seguir en lenguaje inclusivo y no sexista. Generalmente, se presta más atención al lenguaje escrito que al visual y se elaboran guías de comunicación centradas en el primero. Pero el lenguaje icónico al igual que el escrito utiliza, a menudo, el masculino como genérico para referirse a mujeres y hombres, considerando, por tanto, a los varones como sujeto de referencia. Esto supone invisibilizar a las mujeres como usuarias y productoras de los espacios públicos y urbanos.

Para comprender la importancia que tiene el uso de un lenguaje visual no discriminatorio en la iconografía recomiendo la lectura del "Manual práctico para una señalización urbana igualitaria" (2009) en el que se muestran experiencias o buenas prácticas «que ayudan a darnos cuenta de que transformar el “lenguaje de nuestras ciudades” no sólo es posible, sino que constituye una forma eficaz de avanzar en el objetivo transversal de Igualdad entre las mujeres y los hombres como ciudadanos y ciudadanas que usan y contribuyen a conformar el espacio en que se desarrollan sus vidas». Desde la administración se debe impulsar un diseño del espacio y del lenguaje simbólico integrador y favorecedor de la igualdad entre mujeres y hombres, libre de sesgo androcéntrico, de sesgo segregador del espacio social o de sesgos sexistas.

Con el fin de facilitar y promover el uso diario de un lenguaje integrador, así como una cultura de igualdad:

  • En todas las administraciones públicas debería existir un protocolo de lenguaje inclusivo y no sexista integrado en los propios manuales o guías de imagen corporativa. 
  • Todos los productos elaborados desde el departamento deberían seguir los criterios de lenguaje inclusivo y no sexista.
  • Todas las instalaciones de la administración deberían ser efectivamente inclusivas, tanto sus espacios como su lenguaje visual. Por ejemplo, tanto los aseos de mujeres como los de hombres tienen que contar con cambiadores para bebés, los aseos de mujeres o para personas con discapacidad deben cubrir efectivamente sus necesidades y su iconografía tiene que ser inclusiva. Las desigualdades en los aseos públicos a veces pasa desapercibida, por ello, los diagnósticos de carácter participativo son una herramienta interesante para detectarlas y poner en marcha adaptaciones que den respuesta a las necesidades de las personas desde un punto de vista plural. 
  • Hay que prestar atención tanto a la comunicación interna como a la comunicación externa de la organización, y para ello es necesario contar con profesionales de la comunicación. Una buena práctica sería elaborar una newsletter con recomendaciones periódicas para un uso adecuado del lenguaje administrativo o crear un espacio en la intranet en el que poner en común y resolver dudas relacionadas con este tema, pero también ofrecer un espacio para la participación del personal de la organización como agente impulsor de una cultura efectivamente igualitaria.
  • La participación activa en procesos de aprendizaje permanente o a lo largo de la vida en materia de igualdad del personal de las instituciones públicas favorece el desarrollo de una ciudadanía activa, motivada e integrada, capaz de detectar desigualdades y eliminarlas. 

La comunicación, al utilizar un lenguaje común, trasmite, además, costumbres, normas y procedimientos de trabajo que reflejan el carácter específico de la organización y proyectan los puntos de identidad compartidos por el personal de la administración en sus relaciones con la ciudadanía (SARMIENTO, 2007). 


A menudo, figuran en los textos normativos fórmulas aclaratorias del uso del masculino como genérico por economía del lenguaje o con el fin de evitar escrituras complejas. Algunos ejemplos ilustrativos de esta cuestión, como el del Convenio que se señala a continuación, se pueden ver en la Guía para un uso del lenguaje no sexista en las relaciones no laborales y en el ámbito sindical:

“Disposición adicional séptima. La posibilidad de que la utilización de modos de expresión no sexista, garantes de la presencia de la mujer en plano de igualdad, pudiera representar una dificultad añadida a la lectura y comprensión del presente Convenio, mueve a manifestar a los firmantes de este texto, que toda expresión que defina una actividad o condición, como los de trabajador, delegado, afiliado, etc. es utilizada en sentido comprensivo de las personas de ambos sexos, salvo en aquellos casos que por imperativo legal corresponden a la mujer”.

Un ejemplo más reciente se encuentra en la Ley 2/2018, de 23 de marzo, de los asturianos en el exterior y del reconocimiento de la asturianía:
"Disposición adicional tercera. Referencias genéricas. Todas las referencias en masculino genérico contenidas en la presente ley deben entenderse aplicable, indistintamente, a mujeres y a hombres".

La utilización de este tipo de fórmulas pone de manifiesto casos de androcentrismo lingüístico a través del uso del masculino genérico en textos reguladores. El uso de las citadas fórmulas aclaratorias sobre la utilización del masculino genérico revelan que presuponer o dar por cierto algo, no significa que efectivamente lo sea, y no contribuye al cambio cultural de un uso igualitario del lenguaje. Hay que ser conscientes de que lo que no se nombra no existe. El lenguaje ordena simbólicamente el mundo (BRAVO, 2010). A través del lenguaje nombramos la realidad, le ponemos etiquetas, pero también la interpretamos y la creamos simbólicamente cuando establecemos abstracciones (RINCON, 1988). Por ello, es necesario hacer un esfuerzo en los procesos comunicativos en los que participamos (redacción de textos normativos, administrativos y de toda índole, producciones orales formales e informales, elaboración de imágenes e iconos, construcción de espacios públicos) para nombrar, visibilizar y convertir a las mujeres en sujetos de las distintas narrativas que se generan e impulsar una igualdad efectiva en todos los ámbitos. Sin duda, la administración pública tiene una función ejemplarizante a desempeñar en este campo. Cambiar la forma en que nos comunicamos; comenzar por modificar el uso fórmulas repetitivas, especialmente consistentes en el lenguaje administrativo; acostumbrarnos al uso cotidiano de otras palabras y de otras imágenes; apropiarnos, poco a poco, de ellas en nuestras conversaciones de pasillo y de café; todo esto favorece el cambio hacia una cultura igualitaria de las organizaciones públicas y de la sociedad en general.


Naciones Unidas señala al lenguaje como uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales: emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad de género y combatir los prejuicios de género. Si nos centramos específicamente en la lengua española, los principales retos que podemos identificar para una comunicación inclusiva en cuanto al género son la confusión entre género gramatical, género sociocultural y sexo biológico, el nivel de conocimiento de los recursos que ofrece la propia lengua para hacer un uso inclusivo dentro de la norma y las asociaciones peyorativas que han heredado del sexismo social algunos equivalentes femeninos. En la web de Naciones Unidas se recopilan interesantes actividades y recursos cuya finalidad es ayudar a emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género en los seis idiomas oficiales de la organización.

Por medio del lenguaje podemos ser parte del cambio. Las palabras definen la realidad y la modelan. El lenguaje crea conciencia y modifica el pensamiento de las personas. Podemos, por tanto, al cambiar la forma de hablar o escribir, modificar la mentalidad de las personas, sus conductas y, por ende, la cultura y la sociedad misma.

El uso cotidiano de un lenguaje inclusivo, no sexista ni androcéntrico visibiliza a las mujeres y rompe estereotipos de desigualdad. El lenguaje inclusivo incorpora una perspectiva plural que nos ayuda a comprender mejor la realidad, promueve la justicia social y construye un mundo más igualitario. Seamos parte del cambio 💜.



REFERENCIAS:

BENGOECHEA, C. (s. f.): Guía para la revisión del lenguaje desde la perspectiva de género. Recuperado de https://www.bizkaia.eus/home2/Archivos/DPTO1/Noticias/Pdf/Lenguaje%20Gu%C3%ADa%20lenguaje%20no%20sexista%20castellano.pdf?hash=eec4f67d3c66fee09dab85ffe90b2c9e

BRAVO, C. (Dir.) (2010):  Guía para un uso del lenguaje no sexista en las relaciones no laborales y en el ámbito sindical. CCOO. Recuperado de https://www.uv.es/ccoo/ensedona/downloads/0007.pdf

Naciones Unidas. Actividades y Recursos de lenguaje inclusivo en cuanto al género. Recuperado el 3 de julio de 2020 de https://www.un.org/es/gender-inclusive-language/toolbox.shtml

Naciones Unidas. Igualdad de género. Recuperado el 3 de julio de 2020 de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/gender-equality/index.html

Profundicemos en términos de género. Guía de terminología y uso de lenguaje no sexista para periodistas, comunicadoras y comunicadores (2016). ONU Mujeres Guatemala. Recuperado de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/gender-equality/index.html


Rincón, A. (Coord.) (1988): El lenguaje más que palabras. Propuestas para un uso no sexista del lenguaje. Emakunde/ Instituto Vasco de la Mujer. Recuperado de https://www.euskadi.eus/contenidos/documentacion/inn_doc_convivencia/es_def/adjuntos/coeducacion/920001c_Pub_Emakunde_lenguaje_coeducativo_c.pdf

SARMIENTO, R. (2007): Manual del lenguaje administrativo del Ayuntamiento de Madrid. Recuperado de https://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/Calidad/Publicaciones/Ficheros/ManualLenguajeAdministrativo1.pdf


  • Para reflexionar sobre los baños públicos:

López, M. (4 de septiembre de 2018): Guerra declarada al urinario sexista. El País. Recuperado de https://smoda.elpais.com/feminismo/guerra-declarada-al-urinario-sexista/

Ortiz, S. (24 de febrero de 2016): Reivindicaciones feministas cotidianas: los baños públicos. El País. Recuperado de  https://elpais.com/elpais/2016/02/24/seres_urbanos/1456297200_145629.html

¿Son los baños públicos igualitarios? (9 de marzo de 2020). Mediclinics. Recuperado de https://www.mediclinics.es/es/blog/10_son-los-banos-publicos-igualitarios.html



  • Para reflexionar sobre señalética:


BIENCINTO, N. (2009): Manual práctico para una señalización urbana igualitaria. FEMP. Recuperado de http://femp.femp.es/files/566-187-archivo/Manual%20prácitico%20para%20una%20señalización%20igualitaria.pdf


Señales contra la violencia de género (22 de noviembre de 2019). Torre del Campo Actualidad. Recuperado de https://torredelcampoactualidad.com/2019/11/22/senales-contra-la-violencia-de-genero/


Taller la perspectiva de género en la señalética (24 de noviembre 2017). Recuperado de https://www.jofest.org/talleres/pots-la-perspectiva-de-genero-en-la-senaletica/





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